Ya es obligatorio por ley para los empleados del Gobierno provincial, el uso de la mascarilla “inclusiva”.
El objeto de la normativa aprobada el viernes pasado por insistencia en la Legislatura, es “garantizar el acceso y comunicación con las personas sordas o hipoacúsicas a través de la lectura facial, gestual y de labios”.
La ley 1373 fue sancionada el 30 de junio del corriente año, luego vetada por el Ejecutivo provincial y finalmente el 9 de septiembre promulgada por la Legislatura, encontrándose ya plenamente vigente.
La normativa se fundamenta en un proyecto de la legisladora radical Liliana Martínez Allende, quien fundamentó la utilización de barbijos transparentes como un modo de facilitar la comunicación con personas sordas e hipoacúsicas.
“La idea de esta ley es que el empleador provea de los llamados barbijos inclusivos a docentes de todos los niveles y a personas que trabajen en ventanillas con atención al público, para facilitar el entendimiento con quienes tengan limitaciones auditivas”, manifestó Martínez Allende a Diario Prensa Libre.
“La situación de pandemia mundial cambió la forma en la que nos comunicamos e interactuamos de manera habitual. Por eso el proyecto se refirió a la problemática a la que se encuentran expuestas las personas con sordera o hipoacusia en la cotidianeidad. Esta situación y los nuevos usos y costumbres dificultan la comunicación en personas vulnerables que necesitan observar la totalidad de los rostros para poder comunicarse. La propuesta es establecer la obligatoriedad en la Provincia del uso de mascarillas, tapabocas o barbijos transparentes para garantizar la comunicación de quienes necesitan realizar lectura labial para interactuar. La idea de esta ley es que el empleador provea los barbijos inclusivos a docentes de todos los niveles y a personas que trabajen en ventanillas con atención al público, para facilitar el entendimiento con quienes tengan limitaciones auditivas”.
La iniciativa propone que las oficinas, organismos, dependencias que brinden atención al público garanticen la presencia de al menos un empleado por turno o franja laboral que utilice la mascarilla, tapabocas o barbijo transparente. Además, se invita a los Municipios, Poder Judicial, a otras instituciones públicas y privadas a que adopten medidas de similares características.
Cabe destacar que el Gobierno había vetado el proyecto argumentando que barbijos transparentes no se consiguen fácilmente en la plaza comercial y que tienen costos elevados, sugiriendo como medida alternativa y al mismo efecto, la colocación de mamparas de acrílico en mostradores, ventanillas o escritorios de atención al público.
Esta fundamentación de veto no encontró eco en los legisladores, los que finalmente decidieron aprobar por insistencia la normativa que ya rige en todos los organismos públicos provinciales.
Diario Prensa
Más historias
Sciurano actualizó información sobre el debate presupuestario
Nuevo ecógrafo para Cardiología
Autorización para emitir nuevo bono de deuda por 7 mil millones